Es una anomalía hereditaria del desarrollo de la articulación coxofemoral, que se manifiesta esencialmente: a) Clínicamente: por dificultades locomotrices más o menos acentuadas y más o menos dolorosas. b) Radiológicamente: por una mala adaptación de la cabeza del fémur en la cavidad cotiloidea (o acetábulo) y por una modificación de las imágenes radiográficas normales de la articulación de la cadera. c) En la autopsia: por lesiones de reacción a los microtraumatismos repetidos de los tejidos blandos de los huesos de la región. Estos traumatismos provienen de la movilidad anormal de la cabeza del fémur en el acetábulo.